Sostenibilidad financiera: ¿qué es y cómo lograrla?

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La sostenibilidad financiera no es más que saber cómo usar los recursos disponibles de manera racional y satisfacer sus necesidades personales actuales, pero también preocuparse por sus necesidades futuras. Cuando se aplica a la vida personal, esta idea suele proporcionar una realidad más equilibrada y cómoda, lo que garantiza la posibilidad de pensar en planes a largo plazo con tranquilidad.

Es importante tener en cuenta que la sostenibilidad financiera no es el fin del consumo y no te impide hacer las cosas que te gustan, sino todo lo contrario, no tienes que detener tu vida social y dejar de salir con tus amigos o dejar de hacer un viaje de vacaciones para quedarte en casa todo el tiempo, sino empezar a planificar para hacerlo de una manera sostenible que no repercuta negativamente en tu situación financiera. Así que aquí tienes algunos consejos:

Paso 1: Gasta menos de lo que ganas

Y este es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las personas a diario, que no pueden controlar sus gastos y mantenerse al día con el presupuesto de lo que ganan y siempre terminan superando el límite. Comprar más de lo que puede pagar es el principio del fin.

Paso 2: Gasta y consume con calidad

Evita gastos innecesarios. Para no vivir solo para pagar las cuentas, hay que planificar. Saber cuánto puede ahorrar y qué hacer con ese dinero a largo plazo, por difícil que sea, es la mejor manera de evitar meterse en problemas.

3. Tenga una hoja de cálculo de control de gastos

Con el tiempo, sabrá sus gastos fijos mensuales y lo que está gastando además de esto, y así podrá eliminar esos gastos cuando no sirvan para nada. Según BankFacil, utilizar una hoja de cálculo para controlar los gastos tiene tres ventajas: con una hoja de cálculo de gastos es posible conocer los ingresos y los gastos; es posible saldar las deudas y prevenir el endeudamiento y planificar para el futuro.

Ese es tu plan: saber de dónde viene cada centavo de tu dinero, dónde puedes ahorrar y qué hacer para conservarlo. Definir tus prioridades, planificarlas, gastar menos de lo que ganas e invertir, eso es sostenibilidad financiera. Con el tiempo, vivirás para gastar y dejarás de gastar para vivir.

¿Cómo aplicar la sostenibilidad financiera en el día a día?

Al contrario de lo que muchos piensan, no es tan complicado y solo tienes que ajustar algunos malos hábitos que podrían poner en peligro tu economía:

1. Reducir el consumo incontrolado

El consumo consciente es el primer paso para lograr la sostenibilidad financiera, así que evalúe con calma el monto de sus ingresos netos (los que quedan después de deducir todos los impuestos) y cuánto tiene en gastos mensuales.

Separe su presupuesto en dos categorías:

Gastos fundamentales: Alquiler, seguro médico; educación; alimentación; mercado; entre otros.

Gastos de superficie: Compras de ropa/calzado, pedidos de entrega a través de aplicaciones, bebidas, comida fuera de casa, entre otros.

Una vez que haya realizado el estudio completo de sus gastos, evalúe qué se puede eliminar o reducir. Por ejemplo: si almuerzas fuera de casa todos los días, considera llevar una lonchera algunos días a la semana.

Un consejo para cuando vayas al supermercado es llevar una lista corta de todo lo que será necesario para no correr el riesgo de comprar algo por impulso. Por último, elimina esa transmisión que ya no ves.

Esta visión de todo lo que entra y sale de su presupuesto financiero marcará la diferencia a la hora de controlar sus recursos.

2. Mantén tu hoja de cálculo financiera actualizada

Hoy en día tenemos la tecnología a nuestro favor, ¿qué tal armar una hoja de cálculo de Excel?

En Internet tenemos varias opciones de hojas de cálculo listas para su control financiero. Si no está familiarizado con Excel, también tiene la opción de utilizar una aplicación de finanzas personales. Es más práctico que una hoja de cálculo y más preciso que una lista hecha en la agenda o el cuaderno, como: Finance, GuiaBolso, Toshl Finance, entre otros.

3. Centrarse en las inversiones a largo plazo

Una excelente manera de pensar en las inversiones a largo plazo es reflejar lo que quiere para su futuro, ya sea programar la jubilación, invertir en acciones o dejar de pagar el alquiler y comprar su propia casa. Estas inversiones, cuando están bien planificadas, pueden ser buenas fuentes de ganancias e ingresos.

Reflexiona e investiga con calma cuáles de las opciones se ajustan mejor a tus sueños para el futuro y cuáles se ajustan a tu presupuesto sin perjudicar.

4. Crea una reserva de emergencia

Tener una reserva de emergencia para un imprevisto es muy importante, independientemente de la cantidad que se vaya a ahorrar al mes, pero para empezar a ahorrar ya, recortando gastos innecesarios, por ejemplo, y ahorrando ese dinero para la reserva.

Lo ideal es que esta reserva se establezca de acuerdo con sus ingresos, de modo que si necesita utilizarla, podrá mantener su nivel de vida actual durante un tiempo.

5. Adopte una postura sostenible

Cuando hablamos de ser sostenible, nos referimos a vivir de manera que nuestras actitudes diarias se centren en reducir el consumo innecesario y aprovechar las oportunidades a largo plazo.

Por ejemplo, reducir el consumo de alimentos procesados, que interfieren con su salud, el medio ambiente y su bolsillo, y optar por preparar alimentos más saludables en casa. Invierta en la reutilización de materiales y recicle siempre que sea posible; evite desperdiciar agua y electricidad, lo que, además de afectar directamente a su factura de electricidad y agua, ayuda a ahorrar dinero y minimiza los impactos negativos en el medio ambiente.

6. Establece metas

Por último, pero no por ello menos importante, establezca objetivos tangibles. Tenerlos claros y bien definidos es esencial para que sepas a dónde quieres ir y para poder ver lo que debes hacer.

Defina sus planes y establezca objetivos. Al analizar su presupuesto y eliminar el consumo insostenible, le resultará más fácil establecer metas más realistas, ya que sabrá exactamente cuánto gana, cuánto gasta y cuánto le sobra.

Es necesario estar al tanto de todo lo que sucede en su ciclo financiero, es decir, monitorear sus movimientos con frecuencia, para que pueda tener tiempo de actuar, actuando con las correcciones necesarias para mantener una sostenibilidad financiera saludable.

Las personas con una vida sostenible en todos los ámbitos tendrán una buena productividad y rentabilidad y, por supuesto, esto también reflejará su salud, su disposición y dedicación a su vida personal y a su relación familiar. Es una cadena de sostenibilidad personal.

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